Milenka Jeretič

Biografía

Mi Camino.
He recorrido mucho para llegar a este punto… y aún me falta mucho.
Desde chica tuve esa sensibilidad artística y me apasionaba esta materia, pero no sé por qué estudiar arte nunca fue opción. Estudié periodismo e intenté plasmar mi sensibilidad artística en la escritura, lo cual aún intento hacer. Hice diplomados en comunicación y vida sana, estudié corrección de estilo, campañas de moda, etc., pero la inquietud por el arte siempre estuvieron presente.

Aunque mis estudios y trabajos no tenían mucho que ver con lo artístico, fueron
aprendizajes, experiencias y vivencias necesarias para poder darme cuenta qué es lo que me gusta, me apasiona y me ayudaron a llegar hasta acá.
Me casé tuve hijos, y cuando el segundo era aún una guagua vino mi primer
replanteamiento. Eso me llevó a estudiar y a pintar con óleo. Maravillosa técnica que me dio la base de lo que sé hoy. Fueron años de aprendizaje, pero quería más.

Después del nacimiento de mi tercera hija, vino un cambio y me aventure con el
acrílico. Ahí cambié los pinceles por espátulas, el médium por agua y los formatos grandes empezaron a aflorar. Y comencé a experimentar con traspasos, collages, intervenciones con hilos, piedras y más. Así también empecé a relacionarme con diferentes temáticas, primero solo manchas, después me sentí atraída por lo urbano y esa búsqueda me llevó a los círculos. ¿Por qué ese elemento? Me atrajo luego de que pinté uno para mi primera expo colectiva. Su significado cobro mucho sentido en lo que estaba viviendo y quise plasmarlo en más obras, así nació una serie de círculos que fueron expuestos en mi primera exposición individual en el 2015, “Ventana Circular”.

Seguí por un tiempo con el mismo tema hasta que otro elemento captó mi atención: la pluma, y ahí me quedé por mucho tiempo. Sentí que ella era una continuación del círculo y su significado que evolucionó un paso más allá.

Las plumas me acompañaron en un intenso proceso que viví. Fueron mis compañeras de estudio, experimentación y de atreverme. Pinté mayormente en monocromía, pero con elementos llamativos como minerales: colores oro y plata.

En eso estaba cuando vino este gran cambio que nos afectó a todos. Casi un año
encerrados. Muchos sentimientos encontrados. Mucha angustia. Pero fue una pausa que me dio la oportunidad de lanzarme con el dibujo, algo que no me atrevía. Además pase al color… mucho color! Como seres humanos tenemos la capacidad de levantarnos, lo cual creo fervientemente por la fe que tengo. Lo sentí en lo más profundo de mi corazón que, y así como fue que este nuevo elemento, el corazón, se volvió un nuevo protagonista de mi obra. Pero no todo es permanente. Algo importante se presentó en mi vida, me descolocó y confundió, pero confirmó mi amor por la vida y pasara lo que pasara, yo iba a vivir.

En este nuevo proceso descubrí el mundo de los árboles que son, aunque suene redundante, la expresión vívida de la vida. Representan vida, dan vida y al conocerlos más profundamente descubrí que son tan parecidos a nosotros los humanos. Tenemos tanto en común, eso me cautivó y hoy son la piedra angular de mi obra junto a la naturaleza en general. Mi trabajo va más allá de representarlos mediante diversas técnicas como la pintura, el dibujo y el grabado. Mi trabajo es lograr conocer el alma de cada especie, lo que ellas han significado en nuestro desarrollo, cómo silenciosamente han sido testigos de la historia y cómo nos enseñan a vivir en plenitud en este mundo tan acelerado, cambiante y vertiginoso.

Esto es lo que hoy quiero compartir y transmitir. Vivir la vida a todo color. No sé qué pasará mañana, si mezclaré más elementos o no, pero lo que sí sé que nunca dejaré de aprender, inspirarme en lo que la vida nos va presentarnos y pinar todo lo que me gusta, me interesa y da sentido.